viernes, 25 de febrero de 2011

Ir más allá

En efecto, si comienzan a leer aquí estarán haciéndolo por el final.

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¿Pero esto es realmente así? La palabra ocio proviene del latín "otium" y significa reposo, pasatiempo, distracción. No resulta, a pesar de la opinión de muchos, asociable a la haraganería y a la inacción, consecuencia de la pereza y la blandura de ánimo. Debe identificarse al ocio, en cambio, con la noción de tiempo vacante, disfrutable en cuanto tal y relacionable con la idea de relajamiento, de distensión espiritual.
De un modo más concreto, el ocio es lo contrario del ner-ocio ("negotium") y asume en el presente, en su acepción de escapada hacia la libertad, la categoría de un ideal para ejecutivos de todo el universo, el del "dolce far niente" de cada fin de semana.

LA REPÚBLICA PLATÓNICA

Asegurada así su subsistencia por una tecnología racionalmente utilizada, el hombre de mañana accederá, sin las limitaciones de hoy, a la educación, a la cultura, al desenvolvimiento de sus tantas veces pospuestas aptitudes intelectuales o artísticas, o sea las múltiples y complejas formas del ocio que los griegos calificaron como "noble". Anotemos, a este respecto,
que un número creciente de pensadores contemporáneos se halla consagrado a la indagación de los hipotéticos modos de explotación de su tiempo ocioso por las privilegiadas generaciones del porvenir.
No hay nada nuevo bajo el sol...
Ya Platón en su imaginaria "República" especulaba, en época anterior al advenimiento de Cristo, acerca de un Estado cuyos ciudadanos estuviesen eximidos de la penalidad del trabajo forzoso y pudiesen, por lo tanto, dedicar sus horas a meditar y polemizar, a embelesarse sin apremios utilitarios ante las obras de arte, a poner a prueba sus propias facultades creadoras y, principalmente, a soñar libremente, rotas las antiguas ataduras materiales.
Para alcanzar esta ambiciosa meta, los filósofos gobernantes del Estado platónico preconizaban una férrea vigencia de la esclavitud y la práctica sistemática de las expediciones militares, suministradores de los contigentes de cautivos imprescindibles para la ejecución de las tareas productivas.
En nuestra era, la "República" platónica llegará a ser una realidad gracias a la existencia de nuevos esclavos, los "robots", que emanciparán a sus congéneres de carne y hueso de los sinsabores de la producción industrial.
A menos que, como ocurre en una obra de ciencia ficción del escritor checoslovaco Karel Copek, un levantamiento unánime de las maquinarias inteligentes contra sus amos humanos restablezca revolucionariamente el antiguo régimen. Y todo vuelva a fojas cero.
En síntesis, la cultura del futuro deberá encarar un trascendente desafío: el de la administración del ocio para ponerlo al servicio del perfeccionamiento moral y espiritual del hombre" (comilla final)
Martín Alberto Noel (posiblemente publicado en diario La Nación del año que nombré al comienzo)

Seguir pensando.

1 comentario:

  1. Debo decir que tu pensamiento no puede ser más actual, tan agudo y tan correcto. Hasta te diría que debería plantearse como parte de la educación de nuestros hijos Me gusta.

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