domingo, 6 de marzo de 2011

Ángel poeta

Comenzó la vida con un hueco precoz, la falta de padre... Luego vivió su infancia entre estallidos de cristales y escondites propios de la guerra. Podría haber sido cualquier cosa menos lo que nadie imaginó, un poeta con el arte de escribir en medio de la censura, sin que ninguno de sus censores pudiera darse cuenta de lo que hablaba Ángel.

Asómate tímidamente a sus versos, entre susurros, como anduvo él por esta vida.
Sal de la hoguera y abrígate en la poesía. Que no hace falta llegar a la tragedia.
Ángel González es eso, la posibilidad de transformar la tragedia en canto.
Mañana no será lo que Dios quiera es la historia de él relatada por Luis García Montero. Allí encontrarás que los detalles más íntimos no tienen fuerza en sí mismos porque no es una biografía del cotilleo. Se trata de un homenaje al hombre que surgió gracias al poderoso amor de una familia. Familia que lo cobijó hasta que sus alas heridas cicatrizaran...
Ángel era mucho como para contarlo aquí.
Ángel era el desafío al destino. El mañana fue lo que él quiso.

Y ese es nuestro signo aquí: una hoja en blanco que podemos manchar o endulzar con bellas palabras. Una partitura virgen, eso es la vida.

¿Con qué acompañaría yo este libro para no llorar la ausencia de Ángel?
Con lo que estoy oyendo ahora mismo Más de cien mentiras
cantada en cualquier versión de Joaquín.
Por cierto, en el último CD hay una canción dedicada al poeta que se nos fue hace un par de años.

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