jueves, 17 de septiembre de 2020

La mesa de la inquisición. Su descendencia.

 Matar al "César" en el patio de la Generalitàt, no es muy higiénico en tiempos de virus y malarias partidistas. Quemarlo en la hoguera queda trasnochado porque hasta las Fallas se suspendieron.

Para eso están los encargos, las conspiraciones, las negociaciones y los herederos directos de la inquisición española que se "abolió definitivamente" en 1834. Poco menos de cien años después de la caída en Europa del Antiguo Régimen, de la Revolución francesa, de la guillotina...

Dieciocho años más tarde que la independencia de la República Argentina o Virreynato del Río de la Plata y cincuenta y ocho años desde la independencia de los EE.UU.

Hoy 17 de septiembre se cumplen unos doscientos treinta y tres años de la Constitución de los Estados Unidos de América. Luego entró en vigor meses antes de la Revolución Francesa y se ratificó en 1788.

Todos años previos a la "Constitución más moderna del mundo" la de la Pepa. La del año 1812. Eso es lo que les enseñan en la asignatura de Historia a los estudiantes de Bachillerato. Un año antes, aprendieron Historia Moderna y Contemporánea pero sin entrar en detalles para conocer la primera Constitución de esa época (la de EE.UU). Normal en un país donde no se lee su Constitución en las escuelas. Y eso que es sacrosanta.

 Y de aquellos idus de marzo de 1812 vendrá el "viva la pepa" español y muy español. Frase que devino connotada en viva el cachondeo o viva la fiesta.

Las fiestas del imperio romano son famosas. Eran una orgía de intrigas y conspiraciones en medio de manjares y otros deleites carnales.

Las fiestas del imperio español no son tan sonadas y rimbombantes pero perduran en el alma colectiva como una huella a fuego. Como un molde roto. Cuando alguien rompe el molde es que supera todas las expectativas.

Eso es lo que sucede hoy y no hace falta nombrar al genocida que hubo de por medio durante cuarenta años. Hoy no. En especial porque la Ley de Memoria Democrática es una burla, una ironía, una paradoja surrealista o del simbolismo.

Quien repite necesita reafirmarse, dicen los psicólogos. Cambiar el nombre a esa ley en este momento, es significativo. Necesitan hacer memoria de lo que es la democracia.

No saben vivir lo que jamás han vivido. España es una fiesta de disfraces eterna, esbelta y radiante.

Solo cambian los atavíos pero no llevan relojes, ni calendarios ni globos terráqueos.

El mundo es un lugar cuyo epicentro está en sus nostalgias territoriales.

Para defender lo perdido hace siglos, cuentan con instituciones más corruptas que las del imperio romano y la propia mafia napolitana. Pero todo con un disimulo y un maquillaje sin parangón.

China les aportó una ayuda especial, un regalo de su Año Nuevo de febrero: cerrarse en banda. Atrincherarse. Hablar de guerra. Hablar de unión. 

Entonces la mesa del "diálogo" con Catalunya se evaporó y fue mostrando lo que que era en realidad: un monólogo. Ombliguista y centrista.

Entre bambalinas, fueron conspirando para quitarse del medio a un estorbo, una piedra en los tacones y un picor bajo los pantalones: al MHP Quim Torra. El tercero en ser inhabilitado o eliminado. Al primero lo fusilaron con ayuda de los nazis. Con el segundo les fallan todas las punterías. Y con el tercer hombre, el aparentemente más débil, la ovejita negra en el camino de los supuestos compañeros de ruta independentista, construyen un relato, una fantasía. Una quimera jurídica.

La Junta electoral no tiene competencias para dar órdenes a un presidente comunitario. No obstante, la pancarta de la discordia, la que influía en las mentes de los votantes, debía ser retirada en campaña electoral.

El MHP Quim Torra obedeció tres días más tarde y la sustituyó por la que proclamaba Libertad de expresión.

Todo antes de la jornada de reflexión. Único día en que no se puede hacer campaña electoral.

No se necesita estudiar leyes para reflexionar sobre esta magnánima maniobra para descabezar al gobierno catalán.

Cualquier persona mayor de dieciocho años, que no mire mucha televisión y lea más, que cuente con una mínima perspicacia, se da cuenta del juego. El juego más viejo de la Humanidad. El de la lucha por el poder, por el dinero.

Eso es lo que hace sistemáticamente el gobierno central español con la ayuda de sus socios catalanes en Madrid. Esos socios que son independentistas en campaña y españolistas en la poltrona.

El tiempo es oro, decían los promotores del capitalismo y el liberalismo. Lo inculcaron para que el pensamiento libre no funcionara sino solo trabajara.

Para los más inteligentes, los más astutos y honestos, ese oro vendrá de la Justicia Europea. Una respuesta contundente a un escándalo de prevaricación e incompetencia.

Incluso Alemania intentará ayudar a España a imprimir comprobantes de multas. Porque lo máximo que se podría haber hecho con la pancarta en cuestión y la "desobediencia de la ovejita" era multarlo.

"Quien pida elecciones, es el traidor, Michael". Advertencia de El Padrino a su hijo, en la película de igual nombre. (solo que no se refería a elecciones)

Pero para matar al César o quemarlo en la hoguera, sirve de ejemplo muy gráfico recordar esa trilogía. Incluso volver a verla, haría de espejo de las reglas del juego de los poderes.

Que cambien sus trajes y corbatas y empiecen la fiesta de la campaña. Si sucedieran las elecciones este año en Catalunya, de las urnas surgirá la respuesta del pueblo catalán a esos traidores y conspiradores.

Mientras tanto, el show debe continuar.

Hasta que Europa apague la música.

 


 

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