Al fin pude encontrar eso que usábamos como diskette. En su interior, tímidos, se desplegaban los versos ingenuos, raros, lamentosos e inexpertos. Esto último por la mano de quien muchas veces triste, impulsaba los teclados de una máquina de escribir eléctrica y solo para expresar emociones y duelos.
Por mi parte, y años pasados bajo puentes, deducirán que ahora no les doy una categoría literaria ni valor poético, y mucho menos pretendo que su destino sea el de caer en análisis críticos literarios o de teoría literaria. Nada más lejos estos pobres y debiluchos versos enfilados hacia el intento de construirse en un timidísimo poema. Acaso sufrirían aún más y ya tienen bastante con ser expuestos aquí porque a su autora se le ocurrió que su rincón de dignidad debían tener.
En tal caso, que puedan servir a pretendientes de este quehacer raro, a escritores confundidos que se piensan a sí mismos como malos, y a cualquiera que guste de la poesía en el sentido de leer versos y comprender ese yo interior del que escribe. Sin muchas más vueltas ni búsqueda de rincones ocultos.
En el primero que seleccioné publicar aquí, aparece una alusión a la Avenida Corrientes de Buenos Aires; pero para el lector que pudiera verse o sentirse comprometido con el contexto, le vale igual La Gran Vía de Madrid como la de Bilbao o Tirso de Molina. Así como la llegada desde Montparnasse a la colina del Sagrado Corazón en París o cualquier otro camino habitual de su juventud, esa en la que se sentía dueño del universo entero y la misma en que compartía con los mejores afectos esa fiebre...
Datan pues de hace muchos años. Pero ese detalle no creo que interese aquí y ahora.
Más disgresiones y comentarios, son muy bienvenidos.
Que se acerca el otoño europeo y el espíritu va buscando esos Cd sinfónicos, liber.liberat, chocolate caliente, olorcito a tostadas y a castañas. Paseos menos agobiantes, pequeña escapada a la biblioteca, consulta en los centros culturales y ¿por qué no? un viajecito adonde descubrir algo inédito a nuesta alma. Ahora que la mayoría ha vuelto a sus andamios.
En fin, a continuación copio y pego lo presentado, prometido y anunciado. Las comparto. Y a estar bien.
V.
¿Dónde estaremos entonces?
Cuando todas estas baldosas que
estamos pisando
ya no estén tampoco
Cuando las huellas que estamos imprimiendo
en cada partícula de aire suelto
de nuestras pasiones
habiten en las tramas místicas
de nuestra cósmica controvertida
y laberíntica mente.
Cuando "Corrientes" sea esa vieja, viejísima
avenida de locuras circulantes,
de nuestros reconocidos encuentros volátiles.
Cuando la vida y el mundo sean
sencillamente eso.
Cuando nuestras alas heridas de tantas
enseñanzas vuelen el término justo y
medio del ser...
Cuando ya no partamos a ningún
lado.
Cuando estemos definitivamente
de vuelta de cada recóndito
universo al que viajábamos
seguramente para comprobar
el asombroso
eterno retorno
a la locura.
Locura que estará
colgada también
exhausta de
tanta miseria.
¿Estaremos mirándonos con
el silencio milenario
de la experiencia de
nuestras almas?
Habrá una tenue luz de
vela y millones de siglos
detrás de nosotros.
Estará entonces la alquimia
de hoy: esa que se enciende
con nuestros motores internos
y volverá el hacer mágico
mundo de más allá de todo.
Existirá una puerta para
cerrar por fin para siempre.
¿Dónde estaremos entonces?
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VI.
¿Y cuando no exista más
que luz y espacio
sideral?
Cuando ya no haya más
excusas en el plano ma-
terial.
Para cuando tan solamente
hayan dos manos rozándose
para reconocerse.
Para ese entonces
¿quién estará gritando pasiones
por nosotros?.
¿Quién nos estará llamando
eternamente?.
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VII.“REQUIEM POR UNA AMIGA”
Agotar el dolor.
Abrir primero al estómago,
sacarle todos los lamentos camuflados.
Ir subiendo hasta el esófago
primeras lágrimas.
Conectarse con alguna víscera
desatarla.
Un poco más de llanto.
Atención al hígado
no alertarlo de lo que pasa
Descargo a chorros,
convulsiones de agua.
Reflexión
no sirve para nada.
Memoria,
¡uy¡ para qué.
Avenida. Corrientes ¡¡¡ nunca más!!!
boina calada, tu gorro
interminable colección de
canciones...
La música nunca nos desunirá
Noches de radio.
Tabaco, coñac, bohemiando
Morfemas, Romances, Egipto, Mitos...
Exámenes parciales y finales...
Garganta que se sale,
¡¡¡ ya no doy más!!!
Asomarse a enfrentar
pálida yaces,
internamente riendo
masoquismo de mi parte.
Desgarro de nariz.
Contemplar el entorno.
En la cocina todos ríen,
se distraen.
Descanso ridículo,
presencias en vano.
Tu ausente para siempre.
Ojos inflamados.
A galopar en los recuerdos:
"Madrugadas sin ir a dormir"
Silvio eterno en los cassettes.
Novelas. Don Ernesto.
Sonrisas por novios cerca.
Primavera, ese olorcito.
Alegría de volver a sentirnos libres...
Caminatas
ramos de flores en las manos.
Apagando las estufas.
Noviembre.
Jazmines.
Estío apacible.
Se agotaron las lágrimas.
Volver a casa.
Ya sé que no estarás.
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En otra ocasión colgaré otros poemitas más. Ojalá que lleguen a alguien, al corazón de alguien y sean comprendidos. Hasta pronto.
Sabés que no me piache la poesìa! Sory! Soy cero poètico! Ja
ResponderEliminarDaniel Izzo.