sábado, 7 de mayo de 2011

Osa-Oba-Barak

Además de repetir la aburrida y ancestral constumbre de elevarse como los más poderosos y mejores del planeta, tienen su propia lucha interna que no es más original que la de cualquier otro país en vísperas de elecciones. Con el perverso factor añadido de que pueden jugar con los sentimientos y tragedias y acomodarlos a fechas y calendarios políticos.
Por último, aprovechan para que todo alfabetizado viviente escriba sobre el tema y lo que se le ocurra. Está bien, controlan la ideología, nos distraen con la fantasmada, dan de comer a los periodistas porque si no hubiese noticias estarían abriendo más supermercados...cuidado me refiero a los que salen por televisión en los noticieros. Por supuesto que sigo creyendo -relativamente- y con lectura muy entrelíneas, en la prensa escrita. Porque analiza aunque también venda.
Pero como dice mi hermano, ya casi está a la venta el libro de cómo los americanos mataron al monstruo y enemigo del planeta. Y detrás el guión...
Me gusta el humor de mi hermano tan realista y poco ingenuo.
Creo que no tengo nada más que añadir. Pensar que me emocioné cuando asumió un negro el sueño americano. Luego le dieron el Nobel de la Paz y ¡oh! paradoja, en nombre de la paz, manda matar en lugar de juzgar y dar la oportunidad de la palabra. Cuchillo de doble filo, cuidado. Osa-Oba no han roto lazos. Todo poderoso deja una cuadrilla contundente detrás; y muerto el héroe a saber sus seguidores cómo pretenderán inmortalizarlo.
¿O estoy confundida y el Premio ese de la Paz es para los que luchan por una paz parcial en el planeta?

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